Muchos de los experimentos realizados en la primera mitad del siglo XX (algunos de ellos los hemos visto ya en clase y otros no) resultan sobrecogedores y aterrorizantes. Puede que esclareciesen zonas oscuras de nuestra mente o que confirmasen hipótesis interesantes, pero cabe preguntarse si el fin justifica los medios.
En algunos casos se emplearon animales, pero hoy existe una clara conciencia de que tampoco en este caso debe hacerse todo lo que puede hacerse.
Desde los años 70 del siglo pasado existen códigos deontológicos que regulan la experimentación con seres humanos y animales. Los experimentos que se describen en esta página y también en esta otra, incumplen gravemente muchas de las limitaciones establecidas en estos códigos y no podrían realizarse hoy en día.
No todo tiempo pasado fue mejor.